Por Carlos Camarena Medina
Periodista
La Reserva Natural Punta Patiño es un área protegida en la cual convergen lo tradicional y la riqueza natural, que va desde áreas costeras y de manglares hasta bosques secos, húmedos y nubosos, todo ello en una extensión de 30 mil hectáreas y 37 kilómetros de costas.
Se trata de una reserva creada en 1993 por la Asociación Nacional para la Naturaleza (ANCON), que contiene el 10 por ciento de los manglares del pacífico panameño, y en donde habitan indígenas emberás practicando sus tradiciones ancestrales.
En el marco de la campaña que impulsó la Embajada Británica con ANCON (2009), sobre deforestación y cambio climático, la directora ejecutiva de la organización ambientalista, Alida Spadafora, afirmó que si bien Patiño no busca obtener créditos de carbono en el mercado formal ni en el mercado voluntario, “apuntamos a realizar una contribución a la mitigación del cambio climático, mediante la protección de bosques”.
Manifestó que Patiño representa bosques protegidos contra incendios y la tala ilegal; además de preservación de cubierta boscosa que permiten mejor calidad de vida para las poblaciones que habitan dentro y en áreas aledañas a la reserva.
Spadafora mencionó el acuerdo entre ANCON y la empresa Aeroperlas (Operó hasta el 2012), mediante el cual la aerolínea ayuda a proteger mil hectáreas de bosques en crecimiento que ayudan a capturar carbono, entregando una donación a la Asociación para que ejecute el proyecto encaminado a preservar esta área boscosa.
“Es algo así como un pago por servicios ambientales. Hay que tomar en cuenta la presión que existe en estas áreas por tala ilegal e incendios. ANCON y la empresa publicitan juntos esta iniciativa a nivel nacional”, añadió.
Dijo que el crecimiento de la empresa ha aumentado su contribución al calentamiento global, con el agravante de que los gases de invernadero son liberados directamente a la atmósfera; por lo que, siguiendo el ejemplo de muchas aerolíneas del mundo, la aerolínea hacía una contribución notable para resolver este problema global con lo cual los clientes que utilizan sus servicios pueden apreciar esta iniciativa y preferir volar con ellos.
La deforestación de una hectárea de bosque tropical húmedo libera unas 500 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Según la firma consultora Point Carbon, el mercado de créditos de carbono a nivel mundial triplicó su valor en unos 60 mil millones de dólares en 2007 y se espera que en menos de diez años su valor ascienda a 1 trillón de dólares.
Cálculos de la organización conservacionista The Katoomba Group, revelan que en 2007 las operaciones voluntarias con créditos de carbono a nivel mundial crecieron en un 200% y están valoradas actualmente en más de 100 millones de dólares.
El acuerdo entre ANCON y Aeroperlas, buscó evitar la fuga e incrementar el almacenaje de CO2 en Punta Patiño y que se estima en 5 millones de toneladas; además de desarrollar iniciativas de compensación de emisiones de carbono a través de actividades de protección y prevención de la tala de bosque tropical húmedo secundario en la esta reserva, con empresas líderes en sus distintas actividades económicas en Panamá.
También, otro de los objetivos de la la organización es convertir a Patiño en sitio de investigación mundial para estudiar la relación entre el cambio climático, los ecosistemas tropicales húmedos y el impacto de las actividades humanas.
Finalmente, Spadafora precisó que hay un gran potencial a nivel de reservas privadas y de bosques naturales que necesitan ser protegidos y donde las empresas contaminantes pueden contribuir a ello. Punta Patiño ya marcó el inicio. (Nota: este artículo se elaboró en el año 2009, como parte de una campaña sobre deforestación y cambio climático, impulsada por la Embajada Británica y ANCON).
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