lunes, 25 de agosto de 2014

Lider Sucre: “llegamos justo a tiempo” para salvar a Coiba



Por Carlos Camarena Medina
Periodista

Para Lider Sucre, lo más importante de la ratificación del Parque Nacional Coiba como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación (UNESCO), fue que salvó a esta área protegida, porque la blindó contra la euforia por desarrollar las costas del país.

“Llegamos justo a tiempo”, destacó Sucre, exdirector ejecutivo del Museo de la Biodiversidad, exsíndico de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), organización que comandó cuando se dio el debate y aprobación, hace cinco años, de la Ley que reforzó la norma que había creado el Parque (en diciembre de 1991).

El 15 de julio de 2005 viajaba hacia David, y a la altura de Aguadulce sintonicé RPC Radio para escuchar el noticiero de las cinco de la tarde, en el cual el primer titular anunciaba que la UNESCO había declarado a Coiba como Patrimonio Natural de la Humanidad. Llamé a ANCON para enterarme que hacían los contactos para dar declaraciones en los noticieros, por lo cual accedí a colaborar.

Canal 13 accedió a entrevistar a Sucre, pero para ello debía ir a las instalaciones del Consejo de Rectores (ubicado en Albrook), donde este medio tenía una unidad móvil que cubría lo relacionado con las reformas a la Caja de Seguro Social. Gracias a las diligencias del colega Alfredo Molina se hizo una entrevista que duró más de 4 minutos en el noticiero estelar. Un logro.

Esta siempre ha sido noticia, En 2008 varios diputados colaron un camarón para eliminar el artículo 11 de la Ley 44 de 2004 que creó el Parque, a fin de que barcos atuneros pescaran con redes de cerco en una extensa zona del Pacífico panameño; pero las presiones de organizaciones ambientalistas hicieron que se corrigiera el error.

Para Sucre la Ley de Coiba fue “un logro muy importante”, porque el área marina protegida más grande de Panamá y una de las más extensas de Mesoamérica, resguarda la isla boscosa tropical aún deshabitada más grande que queda en el continente, y ampara casi el 60% de especies de peces únicas, endémicas, que sólo existen en la costa pacífica tropical entre México y el norte de Perú.

También, desapareció la amenaza que rondaba desde 2002, ser destino hotelero y de resorts, un mal negocio para Panamá, porque lo mismo ofrecen algunas islas del Caribe; cuando ningún país americano tiene algo que se acerque a lo hay en Coiba: una isla casi tan grande como Singapur, prístina y despoblada, un paraíso que se salvó.

Por ello “llegamos justo a tiempo”, ya que dos o tres años más tarde, con la euforia por desarrollar costas panameñas con esquemas de turismo y viviendas de recreo muchas veces inapropiados, “hubiera sido mucho más difícil mantener la naturaleza pristina y salvaje del Parque que asegura la ley, y que es precisamente la que da a Coiba un atractivo tan poderoso y que está teniendo un impacto tan positivo en la industria turística nacional”, precisó

Sucre expresó su alegría por la restitución del artículo 11 de la Ley 44, porque además de las consideraciones de conservación, el Parque asegura atún para pescadores artesanales, cuya actividad genera más ganancias por libra de atún exportada, además de distribuirlas entre más personas

También, tiene relevancia más allá del Parque y refleja la filosofía de las áreas marinas protegidas: existen para que siempre haya pesca, porque son santuarios, refugio, sitio de reproducción y dispersión de peces que se agotarían por la sobrepesca.

¿El desarrollo turístico de alto impacto amenaza el Parque? En los próximos cinco años no se permitirá la construcción de instalaciones hoteleras en Coiba, mientras que el Consejo Directivo de esta reserva recomendó que no se hiciera hasta fortalecer los mecanismos de vigilancia y protección del parque.


Sucre dice que por ahora no cree que exista tal amenaza, “pero siempre veo la vida a través de un filtro optimista”.

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