Por Carlos Camarena Medina
Periodista
Recuerdo que aquel 22 de junio era domingo. Se enfrentaban Argentina e Inglaterra en cuartos de final del Mundial México 86. Partido electrizante, Argentina venía de derrotar 1-0 a Uruguay, e Inglaterra había dado cuenta de Paraguay 3-0.
Encuentro para reservar butacas. En el aire, los recuerdos de aquel polémico partido del Mundial Inglaterra 1966, cuando los locales eliminaron a Argentina por marcador de 1-0. Más fresco, aún estaban las heridas de La Guerra de Las Malvinas de 1982.
Definitivamente no sería un partido cualquiera. Lo que nadie esperaba es que en ese partido el mundo sería testigo de una de las jugadas más polémicas vista en Copas del Mundo, y de una genialidad, que elevaría a Diego Armando Maradona al Olimpo del Fútbol.
Ese domingo, un vecino nos invitó a que la ayudáramos a buscar unos puntales que necesitaba para construir su casa que estaría ubicada en los cerros que colindan con Los Andes No. 1, para lo cual teníamos que ir a un proyecto, lo que hoy día es Pizzería Nápoli de Obarrio.
Acepté ir, advirtiéndole que deberíamos terminar temprano, porque ese día jugaban Argentina-Inglaterra (creo que como a las 1:00 de la tarde); así que por el apuro, después de llenar la camioneta con los puntales, me estaba orinando, pero como no quería perder tiempo me dije voy a aguantar hasta que lleguemos a Los Andes No. 1.
Mala decisión, pues en el camino, las ganas se acentuaron y durante el trayecto no había donde detenerse…..traté de aguantar pero lo inevitable sucedió. Así que apenas me bajé de la camioneta busqué la pluma de agua más cercana para enjuagarme y disimular el olor; además de limpiar el auto.
Los compañeros me echaban en cara que eso me había pasado por el apuro y andar pensando en el partido Argentina-Inglaterra, y la verdad tenían mucha razón.
Terminada la faena, volvimos a casa, yo mirando el reloj porque ya estábamos sobre la hora…cuando llegamos ya había pasado todo el preámbulo del partido y se entonaban los himnos.
La verdad, todas estas peripecias habían valido la pena, pues se día el 10 ratificaría lo que siempre había sido: el mejor.
Luego de la polémica por “La mano de dios”, vendría el segundo gol a los ingleses, una obra futbolística para enmarcar y que tuvo como cereza del pastel, una de las narraciones más emotivas que se ha conocido en el fútbol, la del uruguayo Víctor Hugo Morales. (https://www.youtube.com/watch?v=JqbEZJ5r0rk)
Para lo que amamos el fútbol, sin duda este gol marcó una referencia, son esos momentos en el cual todos recordamos dónde estábamos y qué hacíamos aquel domingo 22 de junio de 1986.
Siempre que paso por Pizzería Nápoli de Obarrio, recuerdo ese día tan memorable. ¿Y tú, en dónde estabas cuando Maradona dio ese recital, aquel domingo?