Periodista
El MACHETAZO. En ocasiones uno pasa malos momentos cuando acude a un comercio en busca de un producto y de una determinada atención, porque o el producto no es de la calidad que uno espera, o la atención dista mucho de ser buena.
Resulta que los Supermercado El Machetazo lanzaron una promoción de sartenes, para lo cual sus clientes recibían unas libretas que se llenaban con cupones adquiridos cada vez que uno compraba en cualquiera de sus locales; y que tuvo tan buena acogida, que la demanda pareció superar la oferta.
La demanda fue tal, que me tocó esperar casi dos meses y medio para tener la posibilidad de adquirir los sartenes que quería, pues una remesa anunciada para el lunes 15 de octubre no pude aprovecharla, pues por tratarse de día laborable solo acudí a la sucursal de Metromall, hasta terminada la jornada, para constatar que ya se habían agotados.
Empieza el malestar por el adelanto de hora de entrega
Tocó esperar el sábado 22 de octubre, día en que sí podía acudir temprano, por lo que durante la semana en varias ocasiones pregunté desde qué hora estarían a la venta, y reiteradamente me dijeron y me confirmaron que a partir de las 12:00 mediodía, por lo que llegué a la sucursal de Metromall a las 11:00 de la mañana, con la gran sorpresa de que una hora antes de lo anunciado ya había una multitud de personas no solo comprándolos, sino pagándolos.
La excusa irresponsable que dieron en El Machetazo era la gran cantidad de personas que habían llegado, algo que también postearon en su cuenta de twitter. ¿Por qué anunciaron una hora para luego empezar antes?
Me tocó hacer una larga fila a lo largo del pasillo del supermercado, mientras otros clientes realizaban compras en medio de la aglomeración de personas, quejándome y escuchando las quejas de otras personas también sorprendida por el adelanto de la hora de venta.
Al llegar al punto donde se distribuían los sartenes, le dí las libretas a la persona que me dio los sartenes y me fui a pagarlo, y, luego de hacer otra extensa fila, la cajera me preguntó por las libretas y me explicó que no me lo podía cobrar porque tenía que registrar el código que tenía la libreta, por lo cual retorné al lugar donde los había retirado.
Sorpresa y frustación
Cuando regresé donde me habían dado los sartenes, la persona que me los había dado no estaba y los que atendían en ese momento me dijeron que ellos no estaban quedándose con las libretas, y que no podían hacer nada. Les pregunté que entonces que podía hacer, porque de buenas a primeras no iba a formar una larga fila para que me dieron los sartenes, sin haber presentado y entregado las libretas.
Si bien es entendible lo que me dijeron en El Machetazo, les hice saber que quería comprar el producto y necesitaba que me dieran una respuesta, una alternativa, para superar este inconvenientes. Simplemente me dijeron que no podían hacer nada.
La actitud de los dependientes de El Machetazo dejó mucho que desear y denota un total menosprecio por los clientes que desde que abrieron la sucursal de Metromall en el 2009, acudimos con frecuencia a esta sucursal.
Me dio pena y coraje la actitud de poco importa de las personas responsables de la sucursal, el primero que no podía hacer nada, y el segundo que si quería comprar los sartenes, tenía que adquirirlo a un precio fuera de la promoción. Cuando le dije que lo me quejaría ante al ACODECO, de manera tajante y poco amable dijo que lo hiciera.
Capaciten a su personal para que aprenda a atender a los clientes
En resumidas, después de varias semanas de adquirir las estampillas para llenar la libreta, después de más de dos meses esperando que llegaran los sartenes que quería comprar, después de dos extensas filas, y un inconveniente que le sucede a cualquiera en un tumulto de gente, opté por devolver los sartenes e irme con las manos vacías, pues a dos personas no les dio la gana de atenderme o para ver cómo solventaban la situación, para que uno como cliente se sintiera satisfecho.
No quiero pensar que esa pésima atención de parte de los que responsables de El Machetazo de Metromall se esté replicando en otras sucursales. Y a las dos personas que le tomé las fotos que aparecen en este escrito, por favor, capacítenlo para que aprendan a atender a sus clientes.