Por Carlos Camarena Medina
Periodista
Uno de los grandes debate que se registró en los años 90 cuando iniciaban la construcción del Corredor Sur, fue el impacto que tendría el tramo marino que se extiende desde el área del Centro de Convenciones Atlapa, hasta costa del Este, en las áreas costeras, específicamente los manglares ubicados en el áreas de Panamá La Vieja y Coco del Mar. Han pasado 20 años, y la naturaleza le ha ganado la batalla al desarrollo urbanístico, y hoy día los manglares muestran una imagen saludable, aunque que ello no signifique que estén libre de la vorágine desarrollista, tal como sucedió con la construcción del proyecto inmobiliario Wind Rose.
En ese sector del corregimiento de San Francisco existe la Asociación Ambiental de Residentes de Coco del Mar y Viña del Mar, quienes este domingo organizaron una Jornada de Limpieza de de Manglar, ocasión propicia para internarse entre los vericuetos de los manglares, entre troncos, rocas, arena y lodo, a fin de explorar es mancha de manglar que siempre había visto cada vez que transitaba el Corredor Sur, como testigo del crecimiento que ha registrado durante 20 años.
Aquí le dejo estas imágenes, quizá pendiente de fotografiar un ave entre los mangles, y una mejor foto de una ardilla que se movía veloz entre las ramas, aunque a lo lejos, casi al borde del Corredor Sur, pude captar una garza, además de una panorámica de Costa del Este y los manglares de Panamá La Vieja, que apenas dejan ver la torre más alta de Panamá La Vieja.