Por Carlos Camarena Medina
Periodista
La pérdida de la biodiversidad en las zonas tropicales constituye una de las principales consecuencias de la deforestación y el cambio climático, fenómeno del cual Panamá no escapa, por lo que se hace imperativo que autoridades como los ciudadanos atiendan este problema y tomen las previsiones que se ameriten.
William Laurance, científico del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI), fue entrevistado sobre este tema -como parte de la campaña de divulgación sobre el Cambio Climático y la Deforestación en Panamá, auspiciada por la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) y la Embajada Británica- y destacó que tanto el cambio climático como la deforestación constituyen "amenazas serias" para la biodiversidad.
Explicó que la variación del clima y la deforestación, ocasional la fragmentación del bosque lo que dificulta que se mantenga y propague la diversidad forestal a través de diferentes hábitats. "Ellos serán atrapados en un lugar, y luego asaltado por sequías, olas de calor, tormentas y otros efectos de calentamiento global", agregó.
Laurance precisó que muchas especies adaptadas a climas fríos o frescos, propios de las elevaciones más altas en los trópicos, podrían extinguirse, porque estos ambientes de temperaturas más bajas desaparecerían a medida que el planeta se caliente.
Manifestó que se podría ocasionar la pérdida de miles de especies tropicales, a lo cual se añadiría el aumento de los fuegos en los bosques, con la posibilidad de la destrucción total de los bosques.
Lo afirmado por Laurance alarma y preocupa, pues según el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de la deforestación en los trópicos representa aproximadamente el 20% del total.
Una relación directa entre la deforestación y el cambio climático, pues las emisiones de carbón son las causantes del calentamiento global; y las que ocasionan la tala de bosque totalizan unas 2 mil millones de toneladas de carbón por año.
Laurance también destacó que controlar la deforestación, además de detener el cambio climático, puede significar beneficios adicionales para Panamá, pues el país podría obtener fondos en concepto de créditos de carbón, producto de la reducción de la tala de bosque y la regeneración forestal.
"Las ventajas financieras podrían ser considerables para países como Panamá. Es crucial es que el país demuestra un compromiso a largo plazo con la conservación forestal. Si esto se hace, entonces es probable que podría obtener muchos fondos del comercio de carbón", manifestó.
Sostuvo que los bosques también son beneficiosos para la industria del turismo, mientras que la biodiversidad biológica que resguarda la cubierta boscosa es una parte importante del patrimonio nacional de Panamá.
Pero se trata de una labor en la cual los ciudadanos pueden participar de manera activa. El científico del STRI considera que el público puede impulsar a sus políticos a apoyar la conservación forestal y parques nacionales, a través de la participación en organizaciones no gubernamentales como ANCON, la Sociedad Aububon y otros.
"Los grupos no gubernamentales son muy activos en la lucha por la conservación forestal", puntualizó.
(Nota: este trabajo formó parte de una campaña auspiciada por la Embajada Británica, ANCON y la empresa Cable & Wireless Panamá, en el año 2009. La imagen es cortesía de la fotógrafa costarricense Teresita Chavarría, tomada durante una caminata con periodistas entre Cerro Punta y Boquete, organizada por ANCON, en enero de 2004, durante una campaña contra la construcción de una carretera a través del Parque Nacional Volcán Barú)