sábado, 27 de octubre de 2018

Pésima atención en promoción de El Machetazo

Por Carlos Camarena Medina
Periodista

El MACHETAZO. En ocasiones uno pasa malos momentos cuando acude a un comercio en busca de un producto y de una determinada atención, porque o el producto no es de la calidad que uno espera, o la atención dista mucho de ser buena. 

Resulta que los Supermercado El Machetazo lanzaron una promoción de sartenes, para lo cual sus clientes recibían unas libretas que se llenaban con cupones adquiridos cada vez que uno compraba en cualquiera de sus locales; y que tuvo tan buena acogida, que la demanda pareció superar la oferta.

La demanda fue tal, que me tocó esperar casi dos meses y medio para tener la posibilidad de adquirir los sartenes que quería, pues una remesa anunciada para el lunes 15 de octubre no pude aprovecharla, pues por tratarse de día laborable solo  acudí a la sucursal de Metromall, hasta terminada la jornada, para constatar que ya se habían agotados.


Empieza el malestar por el adelanto de hora de entrega
Tocó esperar el sábado 22 de octubre, día en que sí podía acudir temprano, por lo que durante la semana en varias ocasiones pregunté desde qué hora estarían a la venta, y reiteradamente me dijeron y me confirmaron que a partir de las 12:00 mediodía, por lo que llegué a la sucursal de Metromall a las 11:00 de la mañana, con la gran sorpresa de que una hora antes de lo anunciado ya había una multitud de personas no solo comprándolos, sino pagándolos. 

La excusa irresponsable que dieron en El Machetazo era la gran cantidad de personas que habían llegado, algo que también postearon en su cuenta de twitter.  ¿Por qué anunciaron una hora para luego empezar antes?

Me tocó hacer una larga fila a lo largo del pasillo del supermercado, mientras otros clientes realizaban  compras en medio de la aglomeración de personas, quejándome y escuchando las quejas de otras personas también sorprendida por el adelanto de la hora de venta. 


Al llegar al punto donde se distribuían los sartenes, le dí las libretas a la persona que me dio los sartenes y me fui a pagarlo, y, luego de hacer otra extensa fila, la cajera me preguntó por las libretas y me explicó que no me lo podía cobrar porque tenía que registrar el código que tenía la libreta, por lo cual retorné al lugar donde los había retirado.

Sorpresa y frustación
Cuando regresé donde me habían dado los sartenes, la persona que me los había dado no estaba y los que atendían en ese momento me dijeron que ellos no estaban quedándose con las libretas, y que no podían hacer nada. Les pregunté que entonces que podía hacer, porque de buenas  a primeras no iba a formar una larga fila para que me dieron los sartenes, sin haber presentado y entregado las libretas. 

Si bien es entendible lo que me dijeron  en El Machetazo, les hice saber que quería comprar el producto y necesitaba que me dieran una respuesta, una alternativa, para superar este inconvenientes.  Simplemente me dijeron que no podían hacer nada.

La actitud de los dependientes de El Machetazo dejó mucho que desear y denota un total menosprecio por los clientes que desde que abrieron la sucursal de Metromall en el 2009, acudimos con frecuencia a esta sucursal.

Me dio pena y coraje la actitud de poco importa de las personas responsables de la sucursal,  el primero que no podía hacer nada, y el segundo que si quería comprar los sartenes, tenía que adquirirlo a un precio fuera de la promoción. Cuando le dije que lo me quejaría ante al ACODECO, de manera tajante y poco amable dijo que lo hiciera.

Capaciten a su personal para que aprenda a atender a los clientes
En resumidas, después de varias semanas de adquirir las estampillas para llenar la libreta, después de más de dos meses esperando que llegaran los sartenes que quería comprar, después de dos extensas filas, y un inconveniente que le sucede a cualquiera en un tumulto de gente, opté por devolver los sartenes e irme con las manos vacías, pues a dos personas no les dio la gana de atenderme o  para ver cómo solventaban la situación,  para que uno como cliente se sintiera satisfecho. 


No quiero pensar que esa pésima atención de parte de los que responsables de El Machetazo de Metromall se esté replicando en otras sucursales.  Y a las dos personas que le tomé las fotos que aparecen en este escrito, por favor, capacítenlo para que aprendan a atender a sus clientes.















domingo, 2 de septiembre de 2018

Manglares de Coco del Mar



Por Carlos Camarena Medina
Periodista

Uno de los grandes debate que se registró en los años 90 cuando iniciaban la construcción del Corredor Sur, fue el impacto que tendría el tramo marino que se extiende desde el área del Centro de Convenciones Atlapa, hasta costa del Este,  en las áreas costeras, específicamente los manglares ubicados en el áreas de Panamá La Vieja y Coco del Mar.  Han pasado 20 años, y la naturaleza le ha ganado la batalla al desarrollo urbanístico, y hoy día los manglares muestran una imagen saludable, aunque que ello no signifique  que estén libre de la vorágine desarrollista, tal como sucedió con la construcción del proyecto inmobiliario Wind Rose.  


En ese sector del corregimiento de San Francisco existe la Asociación Ambiental de Residentes de Coco del Mar y Viña del Mar,  quienes este domingo organizaron una Jornada de Limpieza de de Manglar, ocasión propicia para internarse entre los vericuetos de los manglares, entre troncos, rocas, arena y lodo, a fin de explorar es mancha de manglar que siempre había visto cada vez que transitaba el Corredor Sur, como testigo del crecimiento que ha registrado durante 20 años.


Aquí le dejo estas imágenes, quizá pendiente de fotografiar un ave entre los mangles, y una mejor foto de una ardilla que se movía veloz entre las ramas, aunque a lo lejos, casi al borde del Corredor Sur, pude captar una garza, además de una panorámica de Costa del Este  y los manglares de Panamá La Vieja, que apenas dejan ver la torre más alta de Panamá La Vieja.









































miércoles, 25 de julio de 2018

Coiba a la espera del Plan de Manejo






Por Carlos Camarena Medina
Periodista

Unas de las mejores noticias en materia ambiental en lo que va del año 2009, fue la restitución de la zona de exclusión que había sido eliminada con la derogación del artículo 11 de la Ley 44, que creó el Parque Nacional Coiba, y la presentación del Plan de Manejo de esta importante reserva marina.

La gerente de Incidencia Política de la Fundación MarViva, Jessica Young, destacó que la derogación de este artículo (un camarón legislativo que permitió la pesca con redes de cerco en un amplio sector del pacífico panameño) ignoró la importancia y valor de la participación ciudadana en la toma de decisiones para la gestión ambiental, porque fue una acción inconsulta.

También, por ocho meses puso en riesgo áreas de desove de atunes; pero a la vez activó a la sociedad civil que organizadamente informó, participó de manera oportuna e incidió para que se revirtiera la derogatoria.


Agregó que una alianza de más de 40 organizaciones de conservación, pesca deportiva, científicas y académicas denunció públicamente la eliminación de la Zona de Exclusión a las redes de cerco en un lugar ecológicamente importante de reproducción.

Tras 8 meses de presentar fundamentos científicos y legales, y una participación sistemática en la Asamblea Nacional y en los medios de comunicación, el expresidente Martín Torrijos atendió a la Fundación MarViva para recibir toda la documentación del caso, tras lo cual firmó el Decreto Ejecutivo que le volvió a dar vida juridicial a la Zona de Exclusión, en tanto la Asamblea terminaba las consultas que terminaron con la ratificación de este Decreto, mediante la Ley 21 de 2009.

Sobre el Plan de Manejo, presentado en junio pasado, Young destacó la importancia de que sea publicado en Gaceta Oficial, para que el Consejo Directivo, presidido por la (Autoridad Nacional de Ambiente (ANAM), ponga manos a las obras e inicie su implementación.

Uno de los puntos que llamó la atención durante la presentación del Plan de Manejo, fue la necesidad de un presupuesto de 11.5 millones de dólares durante los próximos cinco años. Young, explicó que estos fondos provendrán del Presupuesto del Estado y de actividades ecoturísticas (ingresos por entrada, hospedaje en las instalaciones), por permisos de pesca. “Precisamente este es uno de los temas que le toca trabajar muy fuerte al Consejo Directivo”, destacó.


Una duda que quedó en el aire fue lo afirmado por el coordinador del Plan de Manejo, Juan Maté, de que en los próximos cinco años no se permitirá la construcción de instalaciones hoteleras en Coiba; pero agregó que “más adelante sí” está abierta esta posibilidad, y que el Plan pretende lograr un balance entre desarrollo uso sostenible y conservación.

Después de cinco años, ¿existe la posibilidad que se aprueben estos proyectos? De forma tajante Young dice que “no, puesto que la Ley 44 de 2004  prohíbe las construcciones de alto impacto en el Parque Nacional Coiba, precisamente para incentivar que el desarrollo de infraestructura para el turismo se lleve a cabo en las zonas aledañas al Parque donde hay comunidades pobres que se pueden beneficiar con esta actividad”.

Añadió que la Ley es clara, y que los planes de manejo platean que solo se permitirá la construcción de facilidades de muy bajo impacto para prestar servicios ecoturísticos y el desarrollo turístico se debe realizar fuera de los límites del Parque, eso sí, cumpliendo la normativa ambiental existente.

Sobre lo que Maté destacó como el principal problema en Coiba -la presencia de más de 2,500 cabezas de ganado- Young manifestó que el Plan de Manejo establece una metodología específica para ir mitigando los impactos de estas reses.


En la parte marina, el principal problema es la pesca ilegal y la falta de un Plan de manejo para la Zona Especial de Protección Marina. Sin éste no se puede regular la actividad pesquera en esa Zona y se pierden muchos recursos, precisó.

Young sostuvo que las poblaciones aledañas a Coiba deben ser sus principales beneficiarias, no sólo por el aumento de fauna marina del Parque y es ahora pescada fuera del mismo, sino por la actividad ecoturística que, gracias a su ley, está dirigida a ser llevada a cabo en las comunidades para brindarles beneficios económicos.

Destacó que la ley del Parque establece que un porcentaje específico de los ingresos que genere Coiba revierta a las comunidades de los distritos de Montijo, Soná, Las Palmas, Río de Jesús y Mariato, algo que “ya es una realidad”.

Reveló que pensando en el bienestar de las poblaciones que dependen de esta área protegida, MarViva adicionó un nuevo programa de trabajo donde según la vocación de las personas se crean proyectos de alternativas productivas ambientalmente sostenibles que lleven el bienestar económico y calidad de vida que tanto se requiere para lograr una efectiva gestión del Parque Nacional Coiba.


Young dijo que no necesariamente la UNESCO evalúa la posibilidad de reconsiderar el estatus de Patrimonio Natural de la Humanidad a Coiba, porque esta reserva y su Zona Especial de Protección Marina son objeto de monitoreo y supervisión para que los atributos ecológicos por los cuales fueron propuestos por Panamá, y acogidos por este organismo mundial, se mantengan y no se pierdan.

El rol de todos es velar por la implementación efectiva de las normas que ya existen, el Plan de Manejo y las recomendaciones del Comité Científico; las autoridades deben ejercer su rol de cumplir y hacer cumplir las normas, y seguir trabajando en la concienciación de las personas sobre la importancia de las áreas marinas protegidas como el Parque Nacional Coiba, añadió.

“Las organizaciones no gubernamentales deben seguir enseñando a pescar y no solo dar peces, es decir, deben hacer ese traspaso de conocimiento, de capacidad, de empoderamiento a las comunidades locales y consolidarse como aliados estratégicos con una visión de país, de planeta”, puntualizó. (Nota: este artículo fue elaborado en julio de 2019) Fotos: cortesía de la Secretaría de Comunicación del Ministerio de la Presidencia. 

viernes, 22 de junio de 2018

Ya son diez años y, entre altibajos, se realiza el Séptimo Taller sobre Comunicación y Medio Ambiente

Abdiel Antonio Gutiérrez, Vicepresidente de Comunicación Corporativa de la ACP

Por Carlos Camarena Medina
Periodista

Mientras repasaba el programa del Séptimo Taller sobre Comunicación y Medio Ambiente, me percaté que habían pasado diez años desde que, con el apoyo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), realizamos por primera vez este evento, cuya génesis data del año 2000, cuando desde la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) traté de realizarlo. 

También, las reuniones con directivos del Colegio Nacional de Periodistas (CONAPE), que no pasaron de las felicitaciones y buenas intenciones. 


Por avatares de la vida, en una ocasión coincidí con Oscar Vallarino, quien estaba al frente de la Comisión Interinstitucional de la Cuenca Hidrográfica del Canal (CICH), y  le expresé el interés de que la ACP me apoyara en la organización del Taller.  Lo demás es historia, gracias al respaldo de Oscar,  con algunos altibajos, se ha realizado, con bastante regularidad. Ya van siete talleres.

Garry Geniteau, Director de la Escuela de Periodismo de la Facultad de Comunicación Social
En el camino, el valioso apoyo de la empresa AES Panamá, el primer auspiciador, gracias a Vera Muñoz, quien por varios años respaldó el evento; Yamireth Batista de la Empresa Pública de Medellín (EPM); Atenógenes Rodríguez, de la Cervecería Nacional; Abdiel Antonio Gutiérrez, de Cable and Wireless; Jessica Yee, de Conservación Internacional Panamá; Rolando Monterrey, de la Autoridad de Turismo de Panamá; del alcalde de la ciudad de Panamá, José Blandón Figueroa; de Dalma Duque, del Metro de Panamá; de Manuel Domínguez y Carlos Estrada, de la Secretaría de Prensa del Ministerio de la Presidencia; y del profesor Franklin Bosques D’Giovanni, del Ministerio de Economía y Finanzas. 


También, la organización del Taller, por Emilio Messina, de la División de Ambiente de la ACP; y de Luis Vásquez, de la División de Comunicación de la ACP; además de la colaboración de la Ciudad del Saber y el Ministerio de Ambiente.


El Séptimo Seminario inició con las palabras del Vicepresidente de Comunicación Corporativa de la ACP, Abdiel Antonio Gutiérrez; y del profesor Garry Geneteau, Director de  la Escuela de Periodismo de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá.
Alexis Rodríguez, de la Autoridad del Canal de Panam
Como todos los años, siempre se aborda un tema de actualidad y en esta ocasión, fue el  de Alida Spadafora, quien está a cargo del Programa Basura Cero de la Alcaldía de Panamá y cuya exposición fue sobre La cultura del uso de plástico en Panamá.

Alida Spadafora del Municipio de Panamá

Alexis Rodríguez, de la ACP,  habló sobre el Reconocimiento verde a embarcaciones usuarias del Canal de Panamá; Querube Fuenmayor, de Conservación Internacional Panamá, abordó el tema Conservación para el bienestar humano. 
Querube Fuenmayor de Conservación Internacional Panamá

La jornada culminó con la presentación de la periodista Karen Ábrego, quien expuso sobre la Comunicación y manejo de audiencia para una cultura verde; y el cierre a cargo de Guillermo Castro, quien hizo la relatoría presentó las conclusiones del taller.


Karen Ábrego, de Telemetro Radio
Este año la asistencia al taller superó las expectativas, gracias al apoyo de profesores y estudiantes del Centro Regional Universitario de Panamá Oeste y la Escuela de Periodismo. Para el próximo, queda la propuesta del Vicepresidente de Comunicación  Corporativa de la ACP, Abdiel Gutiérrez, de que el evento incluya gira de campo.